«Hablamos del minieralismo cojones ya…»
Qué gran momento para el mundo aquel en el que Fernándo Arrabal nos alertó sobre la llegada del minieralismo cojones ya…
Lo que él no sabía es que el apocalichis no vendrá de la mano del minieralismo, ni siquiera de los astronómicos precios de las entradas de cine, mucho menos de la piratería con o sin chino adosado… El apocalichis (apocalipsis castizo) tiene grabados los nombres de los cuatros jinetes que lo presagian. Y esos nombres son los que siguen…
EL DISCÍPULO
Dicen que Brett Ratner es más tonto que pellizcar cristales. Y bueno, el ser pareja de Serena Williams durante algún tiempo podría confirmar dicha sentencia. Pero no, Brett Ratner es un chico listo. Muy pronto se dio cuenta de que si quería medrar en el negocio tendría que dirigir vídeos de Madonna revolcándose por el suelo en un vano intento de subir libidos ajenas (misión imposible, pues es como ver a la bruja Lola). Luego dirigió un par de tontadas a mayor gloria de Jackie Chan con notable éxito de taquilla, lo que le abrió las puertas del mainstream más «elitista». En «Family Man» demostró que se pueden hacer malas películas que ya parecen malas películas antes de rodarse. Más adelante consiguió hacer realidad el sueño alquimista de la cuadratura del círculo al dirigir una aventura de los X-Men en la que no ocurría nada, o al menos, no parecía ocurrir nada. No le fue mal sin embargo. Ahora prepara un remake de «El Increíble Hombre Menguante» protagonizado por Eddie Murphy. Semejante pecado cinéfilo merecería las llamas del averno, pero mírale tan feliz…
Eres la hostia, tío…
EL BECARIO
Y es que Robert Luketic tiene alma de becario. Su misión en esta vida pasa por tirarse a todas las barbies impresionables del valle de San Fernándo (loable misión) presentando sus credenciales como director de cine. También gusta de dejar claro al mundo que después de Orson Welles está él. El documental hagiográfico que le dedicó la Fox como agradecimiento tras enriquecerles con «Una Rubia muy Dudosa», no deja lugar a la duda: Robert Luketic es bueno… y si no lo es, a quién coño le importa mientras rellene las roídas alforjas del estudio.
Tras dirigir un flojísimo corto en su país, se las apañó para llegar a los States y ponerse tras la cámara en la citada e infausta comedia protagonizada por Reese Witherspoon. Su siguiente paso fue la terrible «El Chico de tu Vida», ¿comedia? que se debe ver para creer. Convertido ya en esbirro oficial (aunque siempre lo fue) de los grandes estudios, filmó más comedias absurdas hasta llegar a «21, Black Jack», alucinante recreación de un caso real apoyado por un apático Kevin Spacey. Ahora amenaza con más comedias romáticas pobladas por seres tan idiotas que preferirías sufrir un bombardeo antes que verlas. Pero él es un tipo feliz. Sigue pregonando que su corto es la leche y que Orson Welles tiene sucesor en él. Tiempo al tiempo, dice. Pues eso…
El mundo sus pies… o a su espalda, eso da igual
EL PROFETA
Basta con echar un vistazo a su expresión de gilipollas feliz para darse cuenta de que Tom Shadyac ha alcanzado el Nirvana. Por lo visto lo logró durante el rodaje de la segunda parte de Ace Ventura, cuando Jim Carrey, preso de uno de sus delirios, le reclamó histéricamente como director o abandonaba el proyecto a la mitad. Y aunque su nombre no aparezca en los créditos, fueron sus llamadas telefónicas a Carrey las que apaciguaron su ánimo. Y es que es un tipo con paz interior. No hay más que verle y ver sus atentandos fílmicos para darse cuenta de que transmite buen rollo: «El Profesor Chiflado II», «Mentiroso Compulsivo», «Patch Adams»… El visionado de ésta última, «Patch Adams», podría ser un atenuante en un hipotético jucio por atentar contra él. Y que mis ojos jamás vieran una basura semejante no significa nada comparado con esa expresión suya…
El nirvana y yo somos uno
De «Como Dios» y su segunda entrega es mejor pasar página a riesgo de cometer un acto irreparable…
EL MESÍAS
El fin del mundo tiene hora y lugar. Ocurrirá en Tinseltown y llegará el día en el que Michael Bay reciba el Oscar que el futuro le tiene reservado. Por si acaso, él ya está ensayando con premios virtuales…
Jamás la humanidad conoció a un tipo semejante. Hijo pródigo de Jerry B., desde un primer momento manifestó total sumisión a la forma de entender el negocio de su mentor: Explosiones y acción idiota constantes (no importa que sea justificada), música enfática para resaltar momentos Kodak, ausencia total de línea argumental, muchos tacos (los protas tienen que demostrar lo cool que son), mucha actitud y mucha mala baba pero ligh, eh… A Michael Bay (hijo putativo de John Frankenheimer, maestro de la política-ficción), lo que le pone es dejar claro que sus personajes son macarras, sí, pero con un código moral intachable.
El tipo comenzó dirigiendo postales eróticas para Playboy, además de diversos vídeos musicales siempre con mucha niebla y claroscuros como marca de fábrica. Demostró su comercialidad con «Bad Boys» y la alucinante «The Rock», en la que Sean Connery lucía imposibles greñas. «Armaggedon» le consagró como el nuevo totem del cine palomitero, y ni siquiera el fiasco de «Pearl Harbor» pareció afectar esa posición. La segunda parte de «Bad Boys», «La Isla» y«Transformers» han añadido trash fans a su curriculum rijoso. Le viene perfecto aquello que dijo Coppola sobre que cuanto más presupuesto tiene una película menos ideas son necesarias para filmarla, porque él no tiene ninguna. Y si en un deliro las tuviese, ahí está Jerry B. para sofocarlas. Eso sí, lejos de un plató no hay starlet que se resista a su aura de triunfador macizo. Un buen alumno de Jerry B. y Don Simpson…
Mano sobre mano, en pose «artística»
Puedo Saltar Charcos 
Ay, Michael Bay, qué ganas tenía de que le metieras mano, en serio, al sr. Estruendo Total Inc.
Eso vale el post. Todo lo demás, en su irónica visión de las cosas, no sé si aturde o si reconforta.
Viva la imaginación.
Escribí esto hace tiempo, Emilio. Ahora Michael Bay no me produce asco, simplemente le ignoro. La indiferencia a cambio de las porquerías que suele facturar. Un buen trueque para mí del que en realidad sale ganando él, gracias a las millonarias cifras que registran sus ¿películas?.
Magnífico, tremendo… Y la lista te daría para hacer una biblia de la basura cinematográfica y sin salir de los states, colega. Peeeeeeero… lo siento; te ha faltado el que está por encima del mesías y de todos los demás: Mr. James Cameron de la «isla»… Lo suyo, aparte de ofensas fílmicas, se ha convertido ya en un serio problema psicológico. Atento a las últimas noticias sobre el nuevo sistema de proyección que dice haber inventado y que revolucionará todo lo antes conocido. Lo que no dice el muy cabrón es a qué tipo de porquería comercial estará destinado el sistema de marras. En fin…
No, no… No estoy de acuerdo. Michael Bay es el aniticristo en persona. Hablamos de un tipo incapaz de dejar transcurrir cinco segundos entre plano y plano. De un incapaz endémico que piensa que la respuesta la esconde la nada fílmica que él domina tan bien.
El problema con James Cameron es que dirigió maravillas absolutas antes de perder el juicio. Incluso «Titanic» funciona pese a su ausencia de guión y al abuso de todo golpe de efecto imaginable. Y hablando de golpe de efecto (mesianico), inolvidable aquel minuto de silencio que se sacó de la manga en honor a las víctimas del Titanic el día que su película recibió tropecientos mil Oscar.
De sistemas de producción estamos saturados ya, y lo curioso es que el que utilizaron los Lumière se mantiene más de cien años después.
De todos ellos, Rattner me parece el más decente, y Bay el más indecente.
Rattner hace lo que le dicen, Bay sabe que lo que hace no es cine y disfruta haciendolo…
A mí Rattner me parece el más salvable de todos ellos, pero me asquea igualmente. Recuerdo que se presentó en una edición de Sitges con la entrega de los X-Men que dirigió. Sus ínfulas de «autor» se olían a la legua, según cuentan. Poco menos que consideraba que había dignificado el cine de acción como Andrew Davis o Renny Harlin lo hicieron en los 90.