Mis últimos y tumultuosos seis meses congelados. No tengo el dedo azul, pero aspiro a contar historias y dejar filtrar estados de ánimo a través de mis fotografías. Supongo que el motivo por el que fotografío compulsivamente la ciudad de Donosti y a la gente de espaldas es una cuestión freudiana. Quince postales de grietas cerradas y algunas paredes por tirar. Es todo lo que queda de docenas de viajes, de ciudades conocidas sin bajar del autobús y de manecillas de reloj que detuvieron su andar para retomarlo al ritmo del parpadeo de sus ojos. Y las palmas de las manos boca arriba, abiertas, esperando que el tiempo de cosechar llegue pronto.
The harvest is gonna come
Sea. Será…
Alex.
las fotos son increíbles,me gusta especialmente la del barco y esa última idea de las manos abiertas esperando la cosecha.
Bsos
Gracias, Troyana.
Besos.
La fotografía tiene su propio lenguaje y tiendo a creer que nada es casual. También me cuesta no armar un mundo paralelo que sujete la precariedad de algunos momentos que se reflejan en ella e imagino como Javier Marías los cuerpos invisibles que llenan los zapatos vacíos. Me gusta mucho la última fotografía, precisamente de espaldas. Cabe un poco de ensueño, un algo de abstracción, quizá también desconsuelo, soledad pero podría ser la cara B de un rostro felizmente pensativo, esperanzado. O la mezcla de todo ello. Un beso, Alex.
Lo que las imágenes congeladas contienen se escapa de las intenciones del que oprime el botón de la cámara. Captura el instante, pero lo logra domarlo. Tal cuestión recae en el que mira, el que hace saber con frecuencia al fotógrafo lo que expresa la instantánea.
La foto que citas, la última, es con seguridad la mejor que he tomado. No soy capaz de desentrañar todo lo que cuenta. Tal vez no cuente nada, y toda ella resida en un mundo aparte que se guía por impulsos y emociones intangibles. De ser así, y por una vez, mi dedo se tiñó de azul.
Besos, Angéline.
Me gustan todas.Una pregunta ¿Por qué Donosti?No quiero ser indiscreta.Creo que lo soy…Bueno, en todo caso yo espero una respuesta poética.
Saludos
No eres indiscreta. Visito Donosti con frecuencia. Dada su cercanía con Pamplona, en menos de una hora puedes perderte por su calles. ¿Por qué Donosti? Seguramente porque es la ciudad más hermosa que he visto. Sus calles emanan una familiaridad que es prácticamente imposible no encontrar un rincón en el que te sientas confortablemente arropado. También es, por cuestiones emocionales, una ciudad especial para mí. En algunas de sus calles se ha escrito mi historia.
Saludos, Oli.
La fotografía con todas sus interpretaciones siempre da lugar a un sinfin de historias. Paralizas ese momento que nunca vuelve a ser igual.
Si mezclas todas las que has hecho y cambias el orden, o si solamente te detienes en una de ellas…
Así cuando las paso veloces se me vienen distintos pensamientos, como en una lluvia de ideas: soledad, infancia, el paso del tiempo, luz, vida,cariño, anhelo, tranquilidad… aunque todas y cada una de ellas me transmiten algo y no sé muy bien el motivo, es esa sensación de ser un simple espectador que no llega a tocar la realidad, que se queda a unos escasos centímetros… No sé, seguramente es una sensación equivocada.
Seguramente exprese todo eso y más. Al escribir, al fotografiar, al hacer cualquier cosa nos desnudamos de algún modo. El resto es cuestión de saber mirar, supongo.