Los cerezos están en flor, pero no tengo sensación de primavera…

Desde que tengo uso de razón, los Oscar marcaban el inicio de la primavera. Entonces se entregaban el último lunes de marzo y las nominaciones se hacían públicas en las fechas en las que ahora se otorga. Desde los diecisiete años seguí cada ceremonia en directo a través de la televisión. Durante una época, incluso me dio por grabar alguna emisión de radio para rememorar la ceremonia los días siguientes. Era genial la sensación de pasarme la noche en vela mientras la ciudad dormía. Aprovechaba las pausas para asomarme a la ventana y ver cómo la luz iba creciendo o cómo la lluvia aumentaba su ritmo o ser testigo del paso cansino de algún transeúnte tardío. Lo de menos, ahora que lo pienso, era la ceremonia, eclipsada por las sensaciones de los días previos y los preparativos para mi noche insomne. Y así fue hasta 2008. Desde entonces la sigo con desidia, hasta este año en que la nieve tiñó de blanco la noche del pasado domingo.

Hecha tan prescindible reflexión, afirmo:

Primero: Que «El Discurso del Rey» carece de entidad, calidad, riesgo, intenciones y méritos para ganar el Oscar a la mejor película del año.

Segundo: Que, como es sabido, el Oscar a la mejor película del año casi nunca la gana quien lo merece, sino quien mejor se vende.

Tercero: Que lo que me cabrea en esta ocasión es el consenso pleno (generalmente procedente, bien es cierto, de cinéfilos disolutos o domingueros) de que tan tibia película es la justa ganadora.

Cuarto: Que hubiese preferido que la impecable maquinaria de ingeniería sin corazón ni alma que es «La Red Social», fuese premiada antes que el telefilm británico.

Quinto: Que Colin Firth borda un papel nacido (escrito) simpático (para gustar) que carece de otro matiz que su «ardua lucha humana por la superación”. Ni Paulo Cohello lo hubiese descrito mejor.

Sexto: Que acabo de darme cuenta de que tan floja película, que en su momento, me pareció una nadería simpática y meritoria por sacar algo de tan tonta anécdota digna de un salón de té, está mutando según escrito estas líneas hasta convertirse en aberrante.

Séptimo: Que la dirección es tan plana, tan lineal, que por fuerza será Antena 3 la televisión que la emita en su momento. Es más, seguramente será programada la sobremesa de un sábado, como «película disfrutable por toda la familia» que es. Aunque tal vez sea aún peor y la pasen en Intereconomía tras algún mensaje papal.

Octavo: Que Helena Bonham Carter, probablemente para sumergirse en su papel, se aficionó a las bebidas espirituosas durante el rodaje. Sólo así se entienden sus recientes looks en las ceremonias de entrega de premios. Siempre fue tuvo un estilo “peculiar”, pero los últimos han supuesto un giro de tuerca casi definitivo.

Noveno: Que la película, como lo es este posteo, es artísticamente vomitiva, socialmente deleznable y éticamente cuestionable.

Diez: Que los periódicos (mayormente los de ideología conservadora) deberían comprender que ganar cuatro Oscar no supone «arrasar».

Once: Que la conexión a Internet de esta biblioteca, al igual (a estas alturas) que esta película, es una mierda.

He dicho…

16 pensamientos en “Los cerezos están en flor, pero no tengo sensación de primavera…

  1. Disiento. Prefiero esta película simple, olvidable, y profundamente populachera, que podría haber sido dirigida por un simio, a la Red Social.

    ¿Por qué? Porque no pretende ser más que lo que es, mientras que la red social es mucho menos de lo que pretende ser.

    Fincher juega un juegop no muy distitno del de Origen de Nolan, Es un prestidigitador, y trata de convernos de que hay maravilla. Pero no hay maravilla ninguna.

    La red social pretende captar el zeitgeist, pretende (nótese el abuso de tal verbo por mi parte) a partir de la trama «generacional» hacer un pequeño estudio shakespeareano de traición y ambición. Pero acaba siendo tan insulsa e insubstancial como el discurso del rey, de hecho, es «el discurso del rey para menores de 30 años». Está hecha de su misma pasta.

    • Buena reflexión, pero no puedo estar de acuerdo. «La Red Social» es ambiciosa (lo cuál no tiene porqué ser negativo) y para alcanzar sus objetivos se olvida del fluir de la sangre para engrasar una maquinaria perfecta que no chirría lo más mínimo. Obtusa en su planteamiento, su narrativa es tan brillante como carente de pasión. Atisba las orillas del gran cine, pero no entiende que ése sea su lugar y busca otro con mejores vistas sin ser consciente de sus carencias. Y la mayor de todas es la más frecuente en el cine de Fincher: la ausencia absoluta de alma. Echa mano de los recursos más clásicos (traición y ambición, como apuntas) mientras trata de envolver el resultante en un aparente envase neocom. Sus virtudes son las que soñó «El Discurso del Rey» alguna vez: dinamismo, fluidez… Sin embargo, sus defectos (de los que eres consciente una vez terminado su abrumador discurso) dejan el poso de la nada. Sinceramente, aun siendo tan detestable o más que la insustancial peli británica, habría preferido que le diesen el premio. La sensación de vacío habría seguido ahí, pero la cara de tonto que se me quedó estaría menos crispada.

  2. Alex,nada tibio te veo,pero no seré yo quien disienta del todo,al menos esta vez.¿por qué?porque alejada ya de toda intención de ser distante u objetiva,me quedo con las historias de me remuevan, me conmuevan,me desquicien,me intranquilicen …,me sacudan de un modo u otro,y ya te digo que eso no me pasó con «El discurso del rey».
    En cambio historias como «Winter´s bone» o «Cisne negro» me dejan pensando,sintiendo,generan desasosiego y debate,y son las historias que se quedan clavadas en mi cabeza, y a las que desde luego,yo hubiera premiado (en caso de Cisne negro,mucho más)…..así que ése es mi criterio,nada técnico,nada académico,y sí a medio camino entre lo racional y lo emocional.
    bss Alex

    • Seguramente la película no sea tan mala como afirmo en mi arrebato. Han sido las circunstancias las que han hecho que termine por demonizarla. Es tan plana, tan carente de emoción, tan acomodaticia, tan academicista… No, si al final termino otra vez proclamando que es una porquería…

      Besos, Troyana.

  3. Pd. Que mal escribo. Tengo que darle a la meca, voy más rápido de lo que puedo asumir, mi mente firma cheques que mis dedos no pueden pagar…

  4. Ey! me ha encantado tu discurso Alex! Y la foto que has elegido como colofón, que parece que hasta a Colin Firth le ha hartado su propia peli. Estoy muy de acuerdo contigo, entre las pelis más memorables de este año situo Cisne negro y Valor de ley, además de la gran olvidada Barney´s version. La red social me aburrió casi tanto como a su protagonista…

    Besos invernales (está nevando!!)

    • Mi discurso es mejor que el del Rey. Al menos es más sincero. Hay un montón del olvidadas, y entre ellas están las que citas. A mí «La Red Social» me abruma, me aburre, me entretiene y parcialmente me interesa… pero no me apasiona en ningún momento.

      Besos entre primavera que quiere entrar e invierno que no se quiere marchar.

  5. No se la razón pero casi nunca voy a ver las ganadoras de los Oscar.Tengo que mirarmelo…Hoy fui al campo y la primavera se ve en todos lados 😉
    Saludos

  6. De las mejores peliculas que vi en los ultimos meses.
    Gran merecedora del oscar!
    Genial Helena Bonham Carter. Debió ganar el oscar.

    No concuerdo para nada con tu opinión.

  7. No tengo criterio , la he visto y también vi «Winter’s bone». Las dos me gustaron , pero no me arrebataron.No he visto «la red social» ni «Cisne negro» y esperaba tanto de «Valor de Ley»que me sentí luego mal por haber esperado más de lo que recibí. Porque es estupenda.
    Digo yo , le dieron un Oscar a Marlon Brando por sus minutos en «Apocalipsis Now» y no se lo dan a Jeff Bridges por esa primera escena delante del fiscal que es la bisagra que ensambla la película?
    …eh! que ya he avisado , que no tengo yo el criterio muy fino ultimamente…

    • La verdad es que a Brando ni le nominaron por «Apocalipse Now», aunque seguro que no les faltó mucho para hacerlo. Los académicos son así, imprevisibles en su mundo de lógica.

      Lo cierto es que «La Película del Rey» me agradó la noche en que la vi. Fue mi última película del año en una sala de cine y supongo que eso influyó en que me resultase simpática sin más. El paso de los días fue funesto para su recuerdo y comencé a cogerle tirria según las alabanzas, que me parecían exageradas, le iban cayendo. Lo peor llegó cuando comenzaron a repetirse los mismos argumentos para definirla: «Historia humana. El cine que se había perdido vuelve. Una película de moral ejemplar» Puaf, puaf… En fin, que hoy día me resulta repulsiva, seguramente a causa de los elementos externos.

      «Valor de Ley» me entusiasmó con reservas. «La Red Social» es un ejercicio fascinante de engranaje preciso al que no se le adivina alma por ningún sitio. «Cisne Negro» es para mí la película del año. Una de esas historias que crecen dentro de ti una vez la proyección ha terminado. No niego que simple en su embarullado planteamiento y sin embargo compleja en su reflujo.

      En fin, que tu criterio es intachable (al menos para mí) y que echaba de menos tus comentarios, Mary Kate. Y hoy me he encontrado con un montón!! Gracias.

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