Lo cierto es que Adam (Christian Slater) nunca tuvo nada salvo el corazón del rey de los babuinos en su pecho. Así se lo contaron de niño y él lo creyó. Tampoco tuvo nunca a nadie, de modo que las nocheviejas solitarias no eran nada nuevo para él. Caroline (Marisa Tomei) apareció de la nada y se enamoró de Adam como él había caído rendido ante ella hacía tiempo. Qué importa lo que durase, lo que quedó es un año nuevo en un porche y un deseo recitado a una estrella fugaz que en realidad era un planeta. Porque es así y lo intangible siempre siempre está oculto a los ojos.
Arrinconen a la desazón tan propia de una noche como ésta y que su entrada en el nuevo año sea feliz y, ojalá, junto a la persona que quieren.
Creo que es lo mejor que podemos desearnos, felicidad y amor. Al final si no los tienes, qué tienes..
Un beso, Alex, y un brindis, que también es noche de hacerlos. Por todo eso que te falta, necesitas y conseguirás. (Ruido de cristales) Y al diablo la copa.
Como dice la cita bíblica, si no tienes amor no tienes nada. Es curioso que un sentimiento inabarcable se condense en sólo cuatro letras.
Un beso, Angéline. Que el nuevo año te proporcione todo cuanto deseas.
Dicen que a partir de cierta edad lo que de verdad nos apetece es releer y revisitar aquellas películas que nos emocionaron en su momento.Volver a escuchar una y otra vez la música de nuestra vida.
Me gusta reencontrarme con tus «constantes» .
Las que te marcaron .
Y como ya sabes que soy adicta a los finales felices despues de surcar caminos trashumantes de nostalgias , espero que el nuevo año te reafirme en ese maravilloso punto al que has llegado.
Y yo que lo lea ..o relea..
:-))
Y yo que lo vea. La antártida sin ti es más fría 🙂