Ya que detecto cierta fascinación con la Tierra del Fuego, te recomiendo que te hagas con el último film del argentino Lisandro Alonso, LIVERPOOL. Yo llevo meses queriendo escribir una reseña sobre ella, pero no puedo, es superior a mí…
Esa imagen eres tu para mi. También yo tengo fascinación por esas tierras heladas…seguramente con alguna explicación oculta.
Saludos
Me asusté con el título de la entrada .
Me dijo no hace mucho tiempo Mary Kate que debía tener alma de farero. Es de las cosas más bonitas que me han dicho. Y en cierto modo, más después de los últimos dos años, me siento más farero que nunca. A mí no me asusta Ushuaia. Es una palabra que me gusta. De esas que extrañamente transmiten paz.
Has leido «La Piel Fría»?
Pues no la he leído, pero el comentario hojalatado me ha dejado intrigado. Investigaré.
Yo sí. Me dejó helada. Besos a los dos.
¿Helada? Explicación quiero.
Beso, mi princesa.
Lo que descubre uno con un solo click.
Tierra de fuego, parece no real.
Besos.
Parece no real, es cierto. Pero está ahí…
Besos.
Ya que detecto cierta fascinación con la Tierra del Fuego, te recomiendo que te hagas con el último film del argentino Lisandro Alonso, LIVERPOOL. Yo llevo meses queriendo escribir una reseña sobre ella, pero no puedo, es superior a mí…
Más que por la Tierra del Fuego es por la Antártida, pero buscaré esa peli, sin duda…
Esa imagen eres tu para mi. También yo tengo fascinación por esas tierras heladas…seguramente con alguna explicación oculta.
Saludos
Me asusté con el título de la entrada .
Me dijo no hace mucho tiempo Mary Kate que debía tener alma de farero. Es de las cosas más bonitas que me han dicho. Y en cierto modo, más después de los últimos dos años, me siento más farero que nunca. A mí no me asusta Ushuaia. Es una palabra que me gusta. De esas que extrañamente transmiten paz.
Saludos, Oli.
Buenas, Alex. Me presento. Llego a ti por mediación de Emilio, que me recomendó con vehemencia que arribara a esta playa de palabras compartidas.
Si no te importa, pasaré de vez en cuando a esta orilla, para bañarme de tus letras y, si me animo, fabricar un puñado de las mías.
Bienhallado seas, Ramón. Por favor, desembarca por aquí siempre que lo desees.