«Yo no sé si soy de derechas, pero en cualquier caso, lo que es seguro es que no soy de izquierdas. ¿Por qué tendría que ser de izquierdas? ¿Por qué motivo? ¿Qué me obliga a ello? Soy libre, supongo. Sin embargo, las personas no lo son. Hoy, primero hay que hacer un acto de fe en la izquierda, después de lo cual todo está permitido. Yo también soy partidario -¿quién no lo es?- de la paz, la libertad, la extinción de la pobreza, el respeto a las minorías… Pero no llamo a eso ser de izquierdas.»
Éric Rohmer
Puedo Saltar Charcos 
..pero tampoco es ser de derechas…
Y ser de centro es como los Oº . ..o sea no frío ni calor.
Desde luego que no, Mary Kate. De hecho, rechazar todo eso que cita Rohmer es lo que se llama tener humanidad. El círculo más politizado de las artes francesas, redujo a Rohmer al ostracismo durante algunos años por atreverse a pensar por sí mismo. Sinceramente, y como apolítico, los sectarísmos me producen arcadas. Uno de los pocos que mantuvo su apoyo a Rohmer durante su travesía del desierto fue Truffaut (apolítico like me). Su religión, ideología y patria eran las personas (especialmente las mujeres, of course). Por algo me siento especialmente cercano a él y sus películas.
Pues yo, a eso, sí le llamo ser de izquierdas. Con todo el respeto a Rohmer, claro.
Yo lo llamo tener humanidad y sentido común. Cualidades, ambas, bastante infrecuentes tanto en la derecha como en la izquierda.
Rohmer tiene todo mi respeto. Mi importa bien poco su ideario (si acaso lo tenía). Sólo veo al artísta.
Grande Rohmer. Y es que eso es un discurso articulado, consciente y que no desdeña la duda como cualidad de aprendizaje. Izquierda, derecha… todo gira alrededor de la misma hoguera: el dinero…
Coherente, diría yo (además de grande, por supuesto). También yo estoy seguro de que todo el espectro no es más que las dos caras de una misma moneda, y el dinero lo que lo alimenta.