Lo Fascinante de Ver Crecer una Planta…

En una de las más célebres líneas de guión de «La Noche se Mueve» (Arthur Penn, 1975) se afirma que no hay nada más aburrido que ver una película dirigida por Eric Rohmer: «Es como ver crecer una planta». Con semejante antecedente me enfrenté a mi primera película Rohmer en el lejano 1989, «La Rodilla de Clara». Aquel fue un día soleado, sin embargo, la persiana del salón se había estropeado y así, en completa penumbra, vi la película que grabé la noche antes en una cinta de vídeo BASF.

¿Qué comprobé aquel día de primavera?: Que Eric Rohmer era un genio. La clase de tipo que siempre te gustaría tener cerca. El hombre que, ya octogenario, se definía a sí mismo como un aprendiz de vida. El iluso que desde que cumplió los cuarenta se reunió en su oficina parisina con chicos y chicas de poco más de veinte años para robarles ideas, aliento e ilusión para continuar. Un genio que convirtió las películas en las que no pasa nada en todo un universo de acontecimientos constantes.

Las obsesiones de un autor son su marca de agua. En sus películas, los personajes caminan sin cesar; se tocan, se acarician y hablan de intimidades de las que jamás hablaría una persona de a pie; se cuestionan su papel en esta comedia y siempre terminan enfrentados a sí mismos y al azar. Es (hablo en presente) más que un tipo que dirigía películas para mí. Es un guía que me enseñó…

Que hay que darse por vencido antes de que el azar te señale el camino…

El Rayo Verde (1986)

Que los detalles definen a los personajes (a las personas). Como el besar su pie mientras ella duerme o tocar su rodilla, que tanto se desea, cuando ella te la ofrece…

Pauline en la Playa (1983)


La Rodilla de Clara (1970)


Que debemos saber expresar el consuelo sin usar palabras…

La Buena Boda (1981)


Que hay que abrazar, muchas veces sin motivo…

La Rodilla de Clara (1970)


Cuento de Invierno (1992)


Mi Noche con Maud (1969)


Y los gestos…

Mi Noche con Maud (1969)


La Rodilla de Clara (1970)

La Cambrure (1999)

Gracias y hasta siempre, maestro de vida…

6 pensamientos en “Lo Fascinante de Ver Crecer una Planta…

  1. Hermoso y merecido homenaje,Alex.Nunca podré olvidar el impacto que en su día me produjo «EL rayo verde»,esa soledad demencial de la protagonista y el sutil alegato de esperanza que nos ofrecía Rohmer con su desenlace.
    bss

    • Impacto compartido, Troyana. Es una de esas películas que nunca dejas de ver. Que siempre está. La peripecia de su protagonista es la de todos alguna vez y su desenlace el de unos pocos afortunados. Rohmer era un humanista cínico. Creía en el ser humano y en su actos a pesar de todo.

      Besos.

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