Tres días de mierda y cuatro noches de insomnio después sigo sin dormir más de dos o tres horas con suerte. Echo de menos dormir ocho horas de tirón. Echo de menos la paz de la Marguerite dormida que pintó Matisse. De nada me sirve dormir igual que ella y que Paul Newman en «La Leyenda del Indomable», con el brazo bajo mi cabeza. El insomnio sigue ahí, y con la incertidumbre y el calor parece hacerse más fuerte.
si, la verdad es que esto del insomnio es una verdadera putada.
pero el cuadro, precioso. adoro a matisse.
Es terrible, Laura. Llevo unos días…
El cuadro es una belleza. Está expuesto en Madrid ahora mismo (exposición de Matisse en el Thyssen). A ver si lo puedo ver.