Amé al comic tanto. Pero la película…es tan poco sutil.
Esas imágenes poderosas de alguien que ya no es humano, que está más allá, al otro lado de un umbral, añorando la vulnerabilidad de ser humano…
Moore es un jodido Genio.
Exacto, Mycroft, es el momento en el que el Dr. Manhattan deja de ser Jon Osterman. Deja de ser humano al saberse solo, despreciado y temido por los demás. Se convierte en otra cosa, él que era feliz armando relojes o rozando los dedos de una chica al coger una jarra de cerveza. Se me encoje el alma cada vez que llego a este punto de la historia. Hay un paralelismo entre su historia y la de Rorschach que ahora (estoy releyendo el cómic desde hace días) veo con la nitidez que antes me faltaba.
En mis manos, calentito; el cómic, digo; no la peli, que de momento no he visto y esperaré a ver para cuando salga el DVD o la pille en condiciones en la red.
En otro orden de cosas, o es el mismo, oh my friend, verás que no ha sido posible, no está siendo, el llamarnos: tengo la voz off, rota, puerca, hecha un triste canal de ruidos que amagan voces y fonemas y todo eso. En fin, que ya habrá ocasión…
Mycroft y tú hacéis unos comentarios cojonudos.
No te preocupes, Emilio, que el tiempo siempre falta menos para charlar con un amigo. Estonces las horas son lo de menos. Hemos hablado muchas veces y las que faltan.
Lee el cómic primero, Emilio. La película, ya la comenté con Mycroft en su día, es impecable estética y formalmente, pero le falta alma y espíritu crepuscular. Le falta lo que le sobra al cómic.
a mi me regalaron el comic mis compañeros de curro por mi cumpleaños y ahí lo tengo, esperando tiempos mejores, en los que leer con el tiempo y la concentracion que creo que requiere.
Amé al comic tanto. Pero la película…es tan poco sutil.
Esas imágenes poderosas de alguien que ya no es humano, que está más allá, al otro lado de un umbral, añorando la vulnerabilidad de ser humano…
Moore es un jodido Genio.
Exacto, Mycroft, es el momento en el que el Dr. Manhattan deja de ser Jon Osterman. Deja de ser humano al saberse solo, despreciado y temido por los demás. Se convierte en otra cosa, él que era feliz armando relojes o rozando los dedos de una chica al coger una jarra de cerveza. Se me encoje el alma cada vez que llego a este punto de la historia. Hay un paralelismo entre su historia y la de Rorschach que ahora (estoy releyendo el cómic desde hace días) veo con la nitidez que antes me faltaba.
Alan Moore sabe mirar. Un genio.
En mis manos, calentito; el cómic, digo; no la peli, que de momento no he visto y esperaré a ver para cuando salga el DVD o la pille en condiciones en la red.
En otro orden de cosas, o es el mismo, oh my friend, verás que no ha sido posible, no está siendo, el llamarnos: tengo la voz off, rota, puerca, hecha un triste canal de ruidos que amagan voces y fonemas y todo eso. En fin, que ya habrá ocasión…
Mycroft y tú hacéis unos comentarios cojonudos.
No te preocupes, Emilio, que el tiempo siempre falta menos para charlar con un amigo. Estonces las horas son lo de menos. Hemos hablado muchas veces y las que faltan.
Lee el cómic primero, Emilio. La película, ya la comenté con Mycroft en su día, es impecable estética y formalmente, pero le falta alma y espíritu crepuscular. Le falta lo que le sobra al cómic.
Cuída esa voz.
a mi me regalaron el comic mis compañeros de curro por mi cumpleaños y ahí lo tengo, esperando tiempos mejores, en los que leer con el tiempo y la concentracion que creo que requiere.
suscribo: moore es la caña.
Lo es: Alan Moore es la hostia.
Necesitarás más sentimiento que atención, verás. Leídas unas pocas páginas, el relato te consumirá, Laura.
Qué buen regalo. Buenos amigos tienes.